CADIME - Dispositivos de inhalación para asma y EPOC

RESPIRATORIO

2018

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Para el tratamiento del asma y la EPOC se utiliza principalmente la vía inhalatoria que presenta ventajas, pero también los inconvenientes asociados al uso de los dispositivos de inhalación.
Para que el tratamiento inhalado administre las dosis óptimas de los fármacos, es fundamental: la adecuación del dispositivo para cada paciente y que la técnica de administración sea correcta.
La elección del dispositivo es complicada porque hay numerosos dispositivos, con diferentes técnicas de administración y por ser muy escasas las evidencias disponibles. Para una elección adecuada hay que tener en cuenta: las características clínicas, comorbilidades, edad y capacidad para realizar la técnica inhalatoria (destreza, estado cognitivo) en relación con los fármacos y dispositivos a utilizar.
Los inhaladores de cartucho presurizado (ICP) y los de vapor suave (IVS) no precisan un flujo inspiratorio alto, por ello los pacientes deben hacer una inhalación lenta y constante, pero requieren, especialmente los presurizados, coordinación mano-respiración. En los pacientes que no tienen buena coordinación la solución es utilizar el dispositivo presurizado con una cámara de inhalación.
Los inhaladores de polvo seco (IPS) precisan que los pacientes tengan un flujo inspiratorio alto ya que deben hacer una inhalación rápida y profunda, y no requieren de capacidad de coordinación mano-res-piración.
Al prescribir una terapia en inhalación es importante dar al paciente instrucciones claras y precisas verbales y escritas sobre la técnica inhalatoria, incluyendo una demostración física; y, también es importante que el paciente realice un entrenamiento con el dispositivo elegido. Periódicamente se debe evaluar la técnica de inhalación como parte de una revisión clínica estructurada.
Cuando sea necesario prescribir más de un inhalador a un mismo paciente se deberían elegir del mismo tipo de dispositivo; o, si no fuera posible, con la misma técnica de inhalación (ambos de inhalación "rápida y profunda" o ambos de inhalación "lenta y constante”).

INHALATION DEVICES FOR ASTHMA AND COPD

Inhalation route of administration remains the main treatment for asthma and COPD, which has advantages but also the inconveniences associated with the use of inhaler devices.
To ensure optimal dose delivery of the inhaled medication, it is crucial that the inhaler device is adjusted to each patient and the administration technique is correct.
Choosing an inhaler device is complicated due to the large number of devices available, with different administration techniques, and because evidence remains scarce. The selection of an appropriate device should take into consideration: clinical features, comorbidities, age and the ability to perform the inhalation technique (dexterity, cognitive status) in terms of the medication and devices to be used.
Pressurised metered-dose inhalers (pMDI) and soft mist inhalers (SMI) do not require a high inspiratory flow rate, hence, patients must perform a slow continuous inhalation, but they require handbreath coordination, in particular pressurised inhalers. A solution for those patients with poor coordination would be to use a pressurised device with an inhalation chamber.
Dry powder inhalers (DPI) require a high inspiratory flow rate as patients have to perform a quick and deep inhalation, and reduce the need for hand-breath coordination.
When prescribing inhaled medication, it is important to give patients clear and precise, written and verbal instructions on the inhaler technique, including a physical demonstration. It is also important that patients receive training in the use of the chosen device. The inhaler technique should be assessed regularly by means of a structured clinical review.
When patient needs to be prescribed more than one inhaler, the same type of device should be chosen, or, if this is not possible, with the same inhaler technique (both of “quick and deep” inhalation, or, both of “slow continuous” inhalation).

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